Las sucursales de Diarco en Concordia, ubicadas en las calles Moulins y Laprida y en el centro de la ciudad, cerraron sorpresivamente, dejando sin empleo a 38 trabajadores. La noticia fue confirmada por el abogado del Centro de Empleados de Comercio de Concordia, Manuel Gallegos, y por el delegado de los trabajadores, Juan Laino.
Gallegos explicó que la empresa justificó la decisión señalando que los altos costos de alquiler y la caída en las ventas hacían inviable mantener operativas las sucursales. “Ni bien entraban, un escribano les notificó la situación, les entregó una copia de la decisión de la empresa y la promesa de abonar las indemnizaciones junto con la liquidación final. Nosotros controlaremos que el pago sea efectivo y en tiempo y forma”, aseguró el abogado, quien también reconoció la angustia de los empleados por la inesperada noticia.
Por su parte, Juan Laino, delegado de la firma, describió el contexto que llevó a esta crisis: “Era algo crónico, ya veíamos que podía pasar por la caída de ventas y el aumento de los costos de alquiler. Además, la mayoría de los empleados tenemos entre 13 y 14 años de antigüedad en la empresa”. Laino vinculó el descenso en las ventas con la disminución del flujo de clientes uruguayos, quienes dejaron de comprar en Concordia debido al cambio desfavorable en el tipo de cambio.
A esto se sumó el problema de la inflación y la devaluación: “La empresa compró mercadería a un dólar caro, pero al bajar el dólar, no podían vender barato. Esto generó un stock costoso que no pudieron liquidar, y por más ofertas que hicieran, las ventas no se recuperaron”, agregó Laino.
Aunque la empresa se comprometió a pagar las indemnizaciones correspondientes, el Centro de Empleados de Comercio se mantendrá alerta para garantizar que se cumplan los plazos y montos establecidos por la ley. Mientras tanto, los trabajadores enfrentan la incertidumbre de buscar nuevas fuentes de ingreso en un contexto económico adverso.