En una entrevista exclusiva con TAREA FINA, Melisa Albornoz, una de las seis empleadas de la delegación de Inadi en la provincia de Entre Ríos, expresó su sorpresa y repudio ante el anuncio del gobierno nacional de cerrar el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).
Albornoz manifestó que la noticia del cierre fue conocida a través de los medios y criticó la forma en que el presidente se refirió al INADI, calificándolo de manera violenta.
La delegada cuestionó la actitud discriminatoria y de odio del presidente hacia los empleados del INADI y las políticas públicas de inclusión. Señaló que las declaraciones del presidente, que insinúan que todos son “ñoquis” y que las políticas públicas implementadas por el INADI carecen de utilidad, reflejan una falta de interés en abordar temas de discriminación y diversidad.
También describió el discurso presidencial como cargado de odio y expresó su preocupación por la práctica discriminatoria que esto podría implicar. Además, Albornoz reveló que la delegación de Inadi en Entre Ríos ya enfrentaba problemas desde diciembre, inicialmente vinculados a la Ley Ómnibus. La situación se complicó aún más con el reciente anuncio de cierre, generando incertidumbre sobre el futuro de la institución y dejando a los empleados en una situación delicada.