En una medida que ha generado críticas y rechazo social, el Gobierno de Entre Ríos, liderado por Rogelio Frigerio, ha autorizado la caza deportiva menor de nueve especies autóctonas. La decisión fue formalizada a través de una resolución firmada por Antonio Sapetti, director de Recursos Naturales y Fiscalización.
La nueva normativa establece que está permitida la caza de las siguientes especies y en las cantidades especificadas:
Pato picazo (Netta peposaca): 5 ejemplares
Pato Barcino (Anas flavirostris): 3 ejemplares
Pato sirirí pampa (Dendrocygna viduata): 2 ejemplares
Pato sirirí bicolor (Dendrocygna bicolor): 2 ejemplares
Pato cutiri (Amazonetta brasiliensis): 2 ejemplares
Pato maicero (Anas georgica): 2 ejemplares
Pato collar (Callonetta leucophrys): 2 ejemplares
Pato capuchino (Spatula versicolor): 2 ejemplares
Perdiz Chica (Nothura maculosa): 8 ejemplares
Liebre (Lepus europaeus): 4 ejemplares
La resolución también especifica áreas donde la caza está prohibida, incluyendo superficies ocupadas por sitios RAMSAR de jurisdicción provincial, Áreas Naturales Protegidas y la totalidad de la Reserva de Salto Grande. Además, se prohíbe la caza en “Monumentos naturales”.
Reacciones y Críticas
El Centro para el Estudio y Defensa de las Aves Silvestres (CEYDAS) emitió un comunicado calificando la resolución de “indignante”. CEYDAS destacó que, a pesar de antecedentes judiciales que señalan la inconstitucionalidad de estas prácticas y el rechazo social hacia la caza, el gobierno avanzó con esta medida.
“Es indignante que el Gobierno de Rogelio Frigerio haya permitido la matanza de nueve especies de aves autóctonas, ignorando el clamor popular y las decisiones judiciales previas”, expresaron desde la organización.
Áreas Afectadas y Beneficiarios
La resolución autoriza la caza para cazadores locales en los departamentos de La Paz, Gualeguaychú, Diamante y parte de Gualeguay, Victoria, Nogoyá y Villaguay. Además, permite la caza en cotos especializados para extranjeros y personas de otras provincias.
Según CEYDAS, la medida favorece claramente a los negocios de los cotos de caza, incrementando no solo el número de especies que pueden ser cazadas, sino también la superficie donde la caza es permitida