Los trabajadores de las salas de juego de Entre Ríos han encendido una alarma por las condiciones de deterioro en que se encuentran varios casinos de la provincia, incluida la sala de Concordia, la cual sufre de múltiples fallas en infraestructura y servicios. Representantes sindicales del Sindicato de Empleados de la Administración Pública de Entre Ríos (ATE) aseguran que estos problemas se repiten en diferentes localidades, como Chajarí, Gualeguaychú y Victoria, donde el mantenimiento es escaso y afecta tanto a empleados como a clientes.
En una entrevista en Radio Ciudadana, Haroldo Luibici y Marcelo Reisenweber, trabajadores del casino de Concordia, detallaron los reclamos pendientes. Entre las quejas se encuentran problemas con los sistemas eléctricos, condiciones deficientes de aire acondicionado, baños en mal estado y filtraciones en los techos. Según Luibici, “Concordia no es la única; el casino de Victoria se inunda, y en Chajarí, los techos también se llueven”, señaló, subrayando que se trata de una problemática que abarca a todo el sistema de casinos de la provincia.
El mal funcionamiento de los servicios de internet y computación también complica las operaciones diarias, y el ambiente en las salas se vuelve incómodo para el personal, que debe atender en condiciones difíciles. “Los empleados están agotados, trabajando en un lugar donde el calor es extremo, y los clientes se quejan del estado de los baños y de la falta de comodidad en general”, expresaron. Esta situación se ve agravada por la falta de atención por parte del Instituto de Ayuda Financiera a la Acción Social (IAFAS), entidad que debería supervisar y exigir que los concesionarios privados mantengan las instalaciones en condiciones adecuadas para su operación.
Los trabajadores aseguran que están evaluando la posibilidad de llevar a cabo medidas de fuerza, como la retención de servicios, si no se implementan mejoras urgentes en las salas. Además, advirtieron sobre la necesidad de que el IAFAS asuma una mayor responsabilidad en el cumplimiento de los estándares de mantenimiento y asegure condiciones óptimas en las salas de juego. “Basta, hasta acá llegamos”, concluyeron Luibici y Reisenweber, al destacar la paciencia que han tenido hasta el momento y la decisión de llevar adelante la medida de fuerza si no reciben respuestas concretas.